El ministerio de intercesores y escuderos son los más fuertes e indispensables dentro de una iglesia ya que es en estas áreas donde se libran las batallas y se determinan las atmósferas espirituales para guiar e instruir al pueblo. Ambos están intrínsicamente relacionados; ya que, una persona no puede ser escudero sin antes ser intercesor y un intercesor se convierte automáticamente en un escudero.
Toda iglesia o familia espiritual debe contar con herramientas que entrenen y capaciten a aquellos que han dado frutos en estas áreas y reúnen las cualidades para estar cerca de sus líderes espirituales y cuidar la asignación que Dios les ha confiado.
Estas áreas de servicio traen equilibrio y estabilidad espiritual a todo ministerio, porque en ellos descansa la responsabilidad de crear vallado, protección y rompimiento continuo como mediadores entre Dios y el pueblo, tal y como lo demanda la Palabra en Ezequiel 22:30.